Así que todo había sido cortos intervalos de tiempos con una inmensa felicidad y luego, ¿qué? Infelicidad, terror, dolor, carencia y una candidez arruinada. Soraru, que, después de vivir años llenos de experiencias horripilantes, misterios y una creencia que se repetía una, otra y otra vez: "¡Tengo que averiguar mi pasado!" Su esperanza solo era capaz de ver todo con el lado positivo. Pero, lo que vio y vivió... Mejor no recordarlo. Siempre le habían insinuado su falta de cordura, pero en el fondo, sabían que era una chica muy dulce, pero muy a la defensiva. Ahora sabía el por qué, y todo eso había empeorado... O mejorado. Depende de la perspectiva.
¡Ahora sí que era consciente de todo!
Rebobinemos hasta... Mayo. No de este año, el anterior.
Soraru, como siempre, estaba tirada en el sillón de su casa, viendo la tele, en la postura más cómoda que pueda haber. Con el mando en la mano y una piruleta de fresa en la otra, le daba a números al azar. Se detuvo en un, en el que daban las noticias. ¡Oh, cómo le gustaba ver esas historias lacrimógenas! Le quitaba todavía más la esperanza en el ser humano.
-Soraru, en serio? No hace falta ser siempre tan negativa...- le repetía una y otra y otra vez su mejor amigo, Lon.
-No soy negativa. Soy realista.-le contestaba ella.
-¡Siempre respondes eso! Ah, Soraru, deberías ver lo precioso que es el mundo en realidad...-Rebatía el pelinegro.
Ella no creía en los argumentos de su amigo. Mirando aquellas imágenes en la televión, de muertes, guerras, hambre, enfermedades... Le hacían creer, cada vez, menos en el ser humano. Claro, toda su negatividad, tenía un origen: su pérdida de memoria. Probablemente originada de un gran impacto emocional, pero claro, ella no se acordaba. Eso era lo único en lo que era positiva, en que conseguiría su memoria, y que lo recordaría todo.
Un día normal y corriente. Se fue a la cama, y tan pronto se quedó dormida, una voz entre masculina y femenina, en su cabeza, le dio un mensaje:
"Justicia. Solo necesitas justicia para encontrar lo que más quieras."
Se levantó sudando. Se sentó sobre la cama y gritó. Claro. Soraru estaba ya desesperada por encontrar su memoria, cualquier pista, por muy paranormal que fuera, se la tomaba tan en serio que, en vez de pensar "Ey, una misteriosa voz me ha dicho que haga justicia sobre el mundo, me lo creo?" ya decidió que esa sería su meta. Sería la que haría justicia. Sería la que saldría en esos estúpidos telediarios. Sería cumplidora de promesas. O eso intentará...
Se vistió, y llamó a la puerta del vecino. Un chico pelinegro le abrió la puerta.
-Qué problema tienes?- Dijo Lon.
-Voy a ser una heroína. Voy a cumplir los sueños que la gene tiene.
-Pues... Lo llevas claro. Es imposible.
-Y luego, yo soy la negativa! Solamente te pido que me ayudes en una cosa, y ya me dices, que nó, que no puedo!
-Bueno...-Parece que se sentía un poco avergonzado por su comportamiento...-Esto... Eh... Sé que es imposible, pero, si con eso te quedas contenta... Eh...
-Sí! Gracias! Gracias gracias gracias! -soraru se echó a los brazos de Lon. Puede que ésta no lo notara, pero Lon se sonrojó bastante...
Digamos que este "plan" los ha unido bastante. Ahora, Lon confía un poco más en Soraru, y ésta en Lon. Pues bien. Poco a poco, el anhelo de poder de ésta chica iba creando una máscara...
Buscando y buscando, llevaba semanas sin separarse de su computadora. Un día como otro cualquiera, Lon abrió la puerta de su casa. La tiró abajo. No tenía llaves, qué iba a hacer?
-A VER! NO CREES QUE TE ESTÁS PASANDO UN POCO!-cogió el Pc de la rubia y lo apagó.-ME PARECE PRECIOSO QUE QUIERAS CONSTRUIR TU PROPIO MUNDO EMPEZANDO DESDE 0, PERO... TAMPOCO HAY QUE OBSESIONARSE, JODER!
-Je...-Soraru bajó la mirada-... Tienes razón. Me voy a la cama a descan...-de lo cansada que estaba la rubia, cayó en el piso.
-Ah, Soraru, Soraru...-El pelinegro la cogió-Algún día yo no estaré, pequeña gominola....
Diciendo ésto, Lon, la llevó hasta su cama. Cerró las cortinas, apagó la luz, y se fué.
Claro. No todos tenemos sueños perfectos. Sobre las 12 (Se acostó a las 10 lol) se levantó sudando. Lo había recordado todo.
El comienzo de todo había sido... ¿la muerte de su madre? ¡Sí, eso! Oh, como había llorado por esa mujer, ¡aún si contabas todo lo demás, eso fue lo más doloroso! Litros y litros de lágrimas derramadas por un ser al que idolatraba y quería con toda su alma, una mujer amable... Soraru habría hecho cualquier cosa para volver hacia atrás... Porque ella había sido la causa.
The end. (?